Puntúa de l'1 al 5 els següents aspectes de les noves seccions.
Pregunta 1 2 3 4 5
Disseny del nou entorn
Facilitat d’ús
Utilitat de les gestions que pots realitzar
Impressió general

REVISTA DE CORRESPONSALS: L'EDIFICI VORTEX A LAUSANA

© Universitat de Lausanne i de la EPFL

L'edifici Vortex, situat al Campus Universitari de Lausana, emergeix com un símbol arquitectònic d’avantguarda, fusionant funcionalitat amb estètica i sostenibilitat. Aquest article explorarà el disseny innovador, l'impacte social i ambiental de l'edifici.

El concurs d'arquitectura. L'origen de Vortex remunta als primers esbossos plasmats per als arquitectes visionaris que van concebre aquest projecte. La seva inspiració, les influències artístiques i les aspiracions per crear un espai únic al Campus Universitari de Lausana són plenament explorades. Des dels primers conceptes fins a la realització, la història de l'edifici destaca el compromís amb la innovació i la funcionalitat. El nom llatí Vortex, que fa referència a un espiral de gran diàmetre, és el nom escollit per al projecte del concurs guanyat per l'estudi d'arquitectura Dürig AG, amb seu a Zürich, l’any 2015.

Els habitatges rectangulars es juxtaposen com caixes d'habitatge al llarg d'una rampa curvilínia de 2,8 km de llarg i es desplacen a mesura que pugem. Les clarianes resultants de les formes ortogonals inserides en un cercle permeten col·locar sales comunes o crear jocs espacials. Tots els habitatges estan orientats cap a vidrieres en un passadís perifèric que afavoreix la vinculació amb l'exterior i el contacte humà. La forma de l'edifici, el cercle, també convida els residents a mostrar-se més solidaris i a compartir un sentiment de pertinença a un tot.

Des d'un punt de vista morfològic, el concepte aposta per un cercle, erigit a tal escala, que pot induir un sentiment de comunitat entre 1000 cohabitants que no necessàriament es coneixen. Aquesta propensió ha estat explotada en molts contextos, des de noves ciutats i centres turístics fins a habitatges socials i seus de grans empreses.

Per tant, aquest règim s'aplica idealment a una comunitat estudiantil, els individus de la qual són tant volàtils com intercanviables. Més enllà del simbolisme, la geometria situa els subjectes situats al voltant de la seva circumferència en relacions equitatives (vistes- situació).

Amb un diàmetre exterior d'uns 137m. (diàmetre interior de 105 m.), l'espiral de formigó s'eleva constantment un 1% en gairebé vuit rotacions, arribant a una alçada total d'uns 27 m. L'àrea desocupada al voltant de les caixes d'habitatges està dissenyada com dos carrers del poble que giren dins i al voltant del vast cilindre.

Si bé la descripció dels volums i espais dissenyats pels arquitectes és bastant senzilla, no es podria dir el mateix de la seva construcció. L'objectiu era garantir que els terminis de construcció fossin compatibles amb el YOG (Youth Olimpic Games 2020) el gener de 2020 i mantenir els costos dins dels límits acceptables per al client, tot assegurant-se que es respectessin les idees sòlides del projecte guanyador.
La principal dificultat per construir el Vortex rau en la seva principal originalitat: encaixar 712 apartaments (incloent-hi 829 habitacions per a estudiants i 76 apartaments per a clients acadèmics) en un sol edifici en forma d'espiral. Una figura amb una geometria fàcilment definible –un radi i un pendent– però la concreció de la qual com a estructura de formigó és complexa, sobretot perquè les caixes d'habitatge estan totes disposades ortogonalment en espiral, en direccions nord-sud o oest-est. Encara que aquestes diverses formes es caracteritzen per una gran simplicitat conceptual, la seva combinació implica problemes de geometria.

El Vortex reuneix un tros sencer de la ciutat en un sol edifici. Amb la seva forma d'anell, es converteix en una fita del paisatge cap a la qual tot convergeix. Per la seva extensió, marca el territori i esdevé un nexe d'unió entre la ciutat i les universitats. Finalment, els seus habitatges es disposen al llarg d'una rampa helicoidal de 2,8 km. que serpenteja en 10 nivells.

Aquest edifici circular és un lloc únic i comunicatiu dins del campus i la seva rampa, element fundacional d'aquesta nova unitat social, fomenta un sentiment únic de pertinença, contactes socials, intercanvis i una forma de solidaritat.

 

Gabriel Sibils, arquitecte. Corresponsal del COAC a Lausana, Suïssa. Febrer 2024

PDF version

Tornar

Revista de corresponsales: Retrato de la descarbonización y resiliencia en Quebec

© Jordi Jordana

Dentro del contexto global de lucha contra el cambio climático, Quebec prevé reducir las emisiones de gases a efecto invernadero en 2030 de un 37,5% respecto a los niveles de 1990, y aspira a la 'carboneutralidad' de aquí a 2050, como el conjunto de Canadá.

Varias ciudades, como la ciudad de Montreal, tienen también sus propios planes detallados y centrados sobre todo en la eficacia energética, la movilidad y la resiliencia tanto de los edificios como de los espacios urbanos. La ciudad de Montreal prevé también favorecer la densificación y al mismo tiempo el desarrollo de barrios más verdes, que mejoren la gestión del agua de lluvia y adaptados a los cambios climáticos. También se prevé avanzar en movilidad activa y colectiva (transporte público). Los arquitectos, junto con otros profesionales (urbanistas, ingenieros…), estamos llamados a responder a varios de estos desafíos, sobre todo en lo que se refiere a la descarbonización de los edificios.

Para reducir la emisión de gases de efecto invernadero ligados a la edificación, lo primero que se prevé es la mejora de la eficacia energética y la utilización de energías renovables. Cabe decir de entrada que en este último aspecto Quebec cuenta con la ventaja de que su fuente de energía principal y mayoritaria es renovable (hidroelectricidad). También se prevé eliminar los sistemas de calefacción con fuel-oil como fuente de energía, todavía presentes en algunos edificios residenciales. Desde hace unos años también existen algunos proyectos de edificios que integran la energía geotérmica. Por último, otro campo de posibilidades que empieza a abrirse camino es el de la recuperación de energía (calor) de desecho de otras actividades para los sistemas de ventilación mecánica.

Una fuente importante de consumo de energía en los edificios de Quebec es la calefacción. Aquí siempre ha habido una preocupación y cuidado en la concepción de fachadas y cubiertas para responder a las grandes exigencias del clima quebequés. El aislamiento térmico, los detalles y la calidad de la fenestración y una atención particular para evitar los puentes térmicos son esenciales con el frío tan riguroso que existe en Quebec, para evitar problemas como las condensaciones y todas sus consecuencias. Hoy, sin embargo, reducir la demanda eléctrica y el consumo global de energía ha pasado a primer plano, y las exigencias en la edificación van aún más allá desde la entrada en vigor en 2020 de un capítulo de eficacia energética de los edificios en el código de construcción de Quebec.

Así pues, es de prever una mejora de la eficacia energética en los próximos años. Asimismo, cabe decir que hay también quien cuestiona hasta qué punto tendremos que ir aún más lejos para economizar algo más de energía de consumo (mayoritariamente renovable en Quebec) y si esto compensará la utilización de más material y energía para aislar más aún los edificios. Entramos en el terreno de los análisis de ciclo de vida que comienzan también a hacerse un espacio en nuestra práctica.

Junto con la eficacia energética, la utilización de materiales con una débil impronta de carbono intrínseca empieza a ser cada vez una práctica más considerada. La utilización de hormigón y acero es todavía muy penalizante en este sentido, a pesar de los avances en la utilización de hormigones y de materiales hechos con hormigón (como los bloques de hormigón, muy utilizados en Quebec) con una huella de carbono más débil que los utilizados hasta ahora, gracias a la sustitución de una parte del cemento por cenizas volantes, escorias de fundición y humo de silicio. La alternativa al hormigón y el acero ha estado siempre presente en Quebec para los pequeños y medios edificios residenciales: en estos casos la construcción de madera de tipo “balloon frame” es lo más habitual. En cambio, para grandes edificios residenciales u otros tipos de edificios, la construcción en madera maciza (laminada, CLT…) avanza lentamente, a pesar de los esfuerzos de organismos como Cecobois (Centro de experiencia en construcción comercial de madera) que tratan de incentivar su utilización. Es de prever que la construcción con madera se seguirá desarrollando durante los próximos años.

Sin embargo, más allá de los desarrollos tecnológicos y cambios en la construcción en general para reducir las emisiones de carbono, existe otra opción sobre la que se intenta poner la luz en estos momentos: los edificios existentes. En una editorial reciente de la revista Esquisses de l'Orden des architectes du Québec (OAQ) que trataba sobre la recalificación de edificios, el presidente de la OAQ (Pierre Corriveau) indicaba que, desde un punto de vista global, el existente representa de entrada una economía de recursos, y que todo lo conservado permite reducir las emisiones de CO2 y también la pérdida de espacios naturales que requiere el consumo de nuevos recursos. Era un llamamiento a la responsabilidad frente a la urgencia de mitigar la crisis climática y ecológica.

Esta llamada y sensibilización la hace desde hace un tiempo la OAQ mediante artículos, conferencias y formaciones. Así, por ejemplo, una formación sobre los espacios duraderos y resilientes es obligatoria desde este ciclo formativo para todos los arquitectos (nota: todos los arquitectos de Quebec están obligados a hacer 40 horas de formación de su libre elección -excepto esta formación en desarrollo sostenible que se ha convertido en obligatoria- por cada ciclo de 2 años, para continuar inscritos en la OAQ y poder continuar ejerciendo la profesión).

Y si por una parte se trata de descarbonizar y reducir el impacto ambiental de los edificios, por otra está la comprensión y la adaptación a los cambios climáticos que hoy ya empiezan a ser una realidad. Y quien habla de adaptación a los cambios climáticos, habla de resiliencia.

Hay un gran énfasis puesto últimamente al respecto. En los últimos años, desde las ciudades (como Montreal) hasta el gobierno federal de Canadá, se han desarrollado planes sobre el cambio climático y la resiliencia. Así, por ejemplo, 'l'Optique des changements climatiques du Canadá' es un documento que se aplica a proyectos de infraestructuras financiados por el gobierno federal, pero al mismo tiempo es una referencia que permite comprender los riesgos ligados al cambio climático por los proyectos en Canadá. Entre otros, el documento propone un análisis de riesgos en relación con los cambios climáticos. Para este análisis es importante establecer el contexto, límites y objetivos de cada proyecto, identificar los riesgos y analizarlos para poder dar respuesta (medidas de mitigación y adaptación). Varias bases de datos y atlas climáticos sobre el clima actual y futuro (hasta 2080) y según diversos escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero están disponibles para poder realizar estos análisis.

El hecho de que el clima en Quebec sea ya muy exigente, hace que muchos de estos riesgos ya se tomen en consideración a la hora de realizar la concepción de edificios e infraestructuras, pero ahora se añaden exigencias nuevas y habrá que ir todavía más allá en algunos casos. También se tendrá que ir haciendo un seguimiento de los cambios que vendrán y de la eficacia de las soluciones que se irán implementando.

Hacer una buena concepción que tenga en cuenta todos estos riesgos y factores es importante para la resiliencia y la durabilidad, a la vez que esto también ayudará a evitar de rebote el aumento de las emisiones futuras de CO2, porque previéndolo bien hoy, evitará tener que realizar modificaciones importantes en un futuro que serían costosas desde el punto de vista económico y medioambiental.

 

Jordi Jordana, arquitecto. Corresponsal del COAC en Montreal, Canadá. Enero 2024

PDF version

Tornar

Revista de corresponsals: Retrat de la descarbonització i resiliència al Quebec

© Jordi Jordana

Dins el context global de lluita contra el canvi climàtic, el Quebec preveu reduir les emissions de gasos a efecte hivernacle al 2030 d'un 37,5% respecte als nivells de 1990,  i aspira a la ‘carboneutralitat’ d'aquí al 2050, com el conjunt del Canadà. 

Diverses ciutats, com la ciutat de Montreal, tenen també els seus propis plans detallats i centrats sobretot en l’eficàcia energètica, la mobilitat i la resiliència tant dels edificis com dels espais urbans. La ciutat de Montreal preveu també afavorir la densificació i alhora el desenvolupament de barris més verds, que millorin la gestió de l'aigua de pluja i adaptats als canvis climàtics. També es preveu avançar en mobilitat activa i col·lectiva (transport públic). Els arquitectes, juntament amb altres professionals (urbanistes, enginyers…), estem cridats a respondre a diversos d’aquests desafiaments, sobretot pel que fa a la descarbonització dels edificis.

Per reduir l'emissió de gasos amb efecte hivernacle lligats a l'edificació, el primer que es preveu és la millora de la eficàcia energètica i la utilització d'energies renovables. Cal dir d'entrada que en aquest últim aspecte el Quebec compta amb l'avantatge que la seva font d'energia principal i majoritària és renovable (hidroelectricitat). També es preveu eliminar els sistemes de calefacció amb fuel com a font d'energia, encara presents en alguns edificis residencials. Des de fa uns anys també hi ha alguns projectes d’edificis que integren l'energia geotèrmica. Finalment, un altre camp de possibilitats que comença a obrir-se camí és el de la recuperació d'energia (calor) de rebuig d'altres activitats per als sistemes de ventilació mecànica.

Una font important de consum d'energia als edificis del Quebec és la calefacció. Aquí sempre hi ha hagut una preocupació i cura en la concepció de façanes i cobertes per respondre a les grans exigències del clima quebequès. L'aïllament tèrmic, els detalls i la qualitat de la fenestració i una atenció particular per evitar els ponts tèrmics són essencials amb el fred tant rigorós que hi ha al Quebec, per evitar problemes com les condensacions i totes les seves conseqüències. Avui però, reduir la demanda elèctrica i el consum global d'energia ha passat a primer pla, i les exigències en l'edificació van encara més enllà des de l'entrada en vigor el 2020 d'un capítol d’eficàcia energètica dels edificis al codi de construcció del Quebec.

Així doncs, és de preveure una millora de l’eficàcia energètica durant els propers anys. Alhora, cal dir que hi ha també qui qüestiona fins a quin punt haurem d'anar encara més lluny per economitzar una mica més d'energia de consum (majoritàriament renovable al Quebec) i si això compensarà la utilització de més material i energia per aïllar encara més els edificis. Entrem en el terreny de les anàlisis de cicle de vida que comencen també a fer-se un espai en la nostra pràctica.

Juntament amb l’eficàcia energètica, la utilització de materials amb una feble empremta de carboni intrínseca comença a ser cada cop una pràctica més considerada. La utilització de formigó i acer encara és molt penalitzant en aquest sentit, tot i els avenços en la utilització de formigons i de materials fets amb formigó (com els blocs de formigó, molt utilitzats al Quebec) amb una empremta de carboni més feble que els utilitzats fins ara, gràcies a la substitució d'una part del ciment per cendres volants, escòries de fosa i fum de silici. L’alternativa al formigó i l'acer ha estat sempre present al Quebec per als petits i mitjans edificis residencials: en aquests casos la construcció de fusta de tipus ‘balloon frame’ és el més habitual. En canvi, per a grans edificis residencials o altres tipus d'edificis, la construcció en fusta massissa (laminada, CLT…) avança lentament, tot i els esforços d’organismes com Cecobois (Centre d’experiència en construcció comercial de fusta) que miren d’incentivar la seva utilització. És de preveure però que la construcció amb fusta es continuarà desenvolupant durant els propers anys.

Amb tot, més enllà dels desenvolupaments tecnològics i canvis en la construcció en general per reduir les emissions de carboni, hi ha una altra opció sobre la qual s'intenta posar la llum en aquests moments: els edificis existents. En una editorial recent de la revista Esquisses de l'Ordre des architectes du Québec (OAQ) que tractava sobre la requalificació d'edificis, el President de l’OAQ (Pierre Corriveau) hi indicava que des d'un punt de vista global, l'existent representa d'entrada una economia de recursos, i que tot el que és conservat permet reduir les emissions de CO2 i també la pèrdua d'espais naturals que requereix el consum de nous recursos. Era una crida a la responsabilitat davant la urgència de mitigar la crisi climàtica i ecològica.

Aquesta crida i sensibilització la fa des de fa un temps l’OAQ mitjançant articles, conferències i formacions. Així per exemple, una formació sobre els espais durables i resilients és obligatòria des aquest cicle formatiu per tots els arquitectes (nota : tots els arquitectes del Quebec estan obligats a fer 40 hores de formació de la seva lliure elecció -excepte aquesta formació en desenvolupament sostenible que ha esdevingut obligatòria- per cada cicle de 2 anys, per continuar inscrits a l’OAQ i poder continuar exercint la professió).

I si per una part es mira de descarbonitzar i reduir l'impacte ambiental dels edificis, per una altra hi ha la comprensió i l'adaptació als canvis climàtics que avui ja comencen a ser una realitat. I qui parla d'adaptació als canvis climàtics, parla de resiliència.  

Hi ha un gran èmfasi posat últimament sobre aquest tema. Aquests últims anys, des de les ciutats (com Montreal) fins al govern federal del Canadà, s’han desenvolupat plans sobre el canvi climàtic i la resiliència. Així per exemple, ‘l’Optique des changements climatiques du Canada’ és un document que s'aplica a projectes d'infraestructures finançats pel govern federal però alhora és una referència que permet comprendre els riscos lligats al canvi climàtic pels projectes al Canadà. Entre d’altres, el document proposa una anàlisi de riscs en relació als canvis climàtics. Per a aquesta anàlisi és important establir el context, límits i objectius de cada projecte, identificar els riscs i analitzar-los per a poder-hi donar resposta (mesures de mitigació i adaptació). Diverses bases de dades i atles climàtics sobre el clima actual i futur (fins al 2080) i segons diversos escenaris d'emissions de gasos amb efecte hivernacle estan disponibles per a poder fer aquestes anàlisis.

El fet que el clima al Quebec sigui ja molt exigent, fa que molts d'aquests riscs ja es prenguin en consideració alhora de fer la concepció d’edificis i infraestructures, però ara s’afegeixen exigències noves i s’haurà d’anar encara més enllà en alguns casos. També s’haurà d’anar fent un seguiment dels canvis que vindran i de l’eficàcia de les solucions que s’aniran implementant.

Fer una bona concepció que tingui en compte tots aquests riscs i factors és important per la resiliència i la durabilitat, i alhora això també ajudarà a evitar de retruc l’augment de les emissions futures de CO2, perquè preveient-ho bé avui, s’evitarà haver de fer modificacions importants en un futur que serien costoses des del punt de vista econòmic i mediambiental.

Jordi Jordana, arquitecte. Corresponsal del COAC a Montreal, Canadà. Gener 2024 

PDF version

Tornar

Revista de corresponsales: La ordenación territorial rural del norte de Portugal

© Mponica Alcindor

Una de las funciones de la ordenación del territorio, en sus distintas escalas, es ordenar la utilización del suelo en el territorio, teniendo en cuenta los distintos usos y ocupaciones adecuadas para el disfrute del sistema natural y humano. En el caso del suelo rural del norte de Portugal la urbanización de las zonas periféricas del suelo urbano, que todavía no había sido consolidada, ha dado lugar a una expansión urbana que ha invadido el suelo rural. Esto no sólo ha provocado un exceso de urbanización y todos los problemas que ello conlleva, sino que también ha provocado una reducción de la superficie agrícola continua, desmenuzando las tierras destinadas a la agricultura y eliminando de este modo el tamaño necesario para un uso agrícola económicamente viable y con consecuencias para la especulación sobre el valor del suelo (Matias, 2018).

Por este motivo, en el norte, sobre todo en zonas con asentamientos dispersos o difusos, el valor del suelo rural a veces alcanza precios elevados, similares a los del suelo urbano. Este fenómeno ha provocado la expulsión o la falta de atractivo para la actividad agrícola productiva, ya que, ante el valor inflado de la tierra, la inversión necesaria para adquirirla resulta demasiado elevada impidiendo que cualquier actividad agrícola sea económicamente viable. Esta realidad se ve agravada por el reducido tamaño de las parcelas y de la superficie agrícola utilizada en Portugal. El suelo rural sobrante es cada vez más residual, lo que se traduce en una escasez de zonas aptas para explotaciones agrícolas. Por otro lado, una profusión de actividades diversas (residenciales, comerciales, industriales o de infraestructuras) salpican cada vez más el territorio nacional, transformándolo en una amalgama de pequeñas parcelas que ya no tienen el tamaño para ser clasificadas como rurales y carecen de estructura para ser reconocidas como urbanas (Matias, 2018).

El territorio del Miño representa un buen ejemplo de lo que ha significado el crecimiento de la demanda de viviendas en zonas agrícolas, con buenos accesos a los centros urbanos medianos y grandes.

El hecho de que el sistema nacional de ordenación territorial en Portugal haya sido más tardío que en la mayoría de los países europeos, no sólo ha contribuido a la actual situación de desorganización y a la continua destrucción de suelo, sino que también ha sido un factor determinante a la falta de cultura territorial y de cultura de ordenación del territorio por parte de la población y de las propias instituciones que intervienen en el territorio (de Oliveira, 2011).

La ocupación urbana de las dos últimas décadas ha sido un modelo insostenible económica y financieramente, perjudicial sobre todo a tres niveles: el consumo generalizado de suelo y por consiguiente su impermeabilización/urbanización; la inversión irracional en infraestructuras urbanas dispersas y el despilfarro de recursos esenciales para el equilibrio del sistema urbano, como la reserva agrícola nacional, las riberas de los cursos de agua y la vegetación autóctona (Oliveira & Carvalho, 2016).

Mònica Alcindor Huelva, arquitecta. Corresponsal del COAC en Viana do Castelo, Portugal. Enero 2024

 

 

Referencias bibliográficas.

de Oliveira, H. C. M. (2011). RESENHA: FERRÃO, João. O ordenamento do território como política pública. Lisboa: Fundação Calouste Gulbenkian, 2011. 146p. Caderno Prudentino de Geografia, 2(33), 170-175.

Matias, I. (2018). O sistema de planeamento nacional. In Planeamento urbano: investigação, ensino e prática profissional (Ed. Oliveira, Vitor). Edições Afrontamento.

Oliveira, F. P., & Carvalho, J. (2016). Classificação do solo no novo quadro legal. Leya.

PDF version

Tornar

Pages