Proyecto de Integración de Zonas Verdes en el ámbito del Vial Principal del Puerto de Algeciras y espacios anexos. Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) - 10a Biennal 2018

Germán Camino Martínez, Mercedes Pérez Villalón

Gris, verde, tirando a marrón

El Puerto de Algeciras es una gran infraestructura en constante transformación. A finales de 2013, con la reordenación de la Dársena de la Galera, se concluye la remodelación del Vial Principal del Puerto en la zona de acceso de viajeros. Esta actuación culmina el grueso de los proyectos de ampliación del puerto, principalmente la extensión de Isla Verde Exterior.

Estos nuevos trazados propiciaron la adición de zonas verdes. Estas zonas, vinculadas funcionalmente a la infraestructura viaria, suponían punto final de actuación, concibiéndose como ámbitos subordinados para la implantación de material vegetal. Este material permitiría recrear un paisaje desde su concepción como infraestructura verde; como una herramienta de adaptación al cambio climático basada en el empleo de las funciones ecosistémicas de la vegetación como capa adaptable al cambiante sistema portuario.

Otro rasgo diferenciador, fue el grado de accesibilidad peatonal, igualmente condicionado por la ordenación portuaria. Finalmente se atendió a las condiciones de contorno del sistema, con el objeto de dilucidar las relaciones de cada una de las piezas con el entorno inmediato, sobre todo con el tejido urbano.

En este contexto, priorizar el material vegetal sobre el material duro e inerte que siempre ha prevalecido fue uno de los grandes retos de la ejecución; tanto por su aparente vulnerabilidad en condiciones de plantación limitantes, como por la imposibilidad de asegurar en ocasiones el origen del mismo. En la implementación de la estrategia global se optó por un equilibrio entre especies autóctonas y adaptadas (Pistacia lentiscus, Chamaerops humilis, Quercus coccifera, Ammophila arenaria, Hyparrhenia hirta, …); incluyendo un referente como Corema album o camarina, un arbusto endémico amenazado de distribución casi exclusivamente atlántica con gran valor etnobotánico.

Este proceso, aún no concluido, ha permitido incorporar al sistema portuario una nueva capa que presenta una evolución diferenciada entre los estratos herbáceos, de rápida implantación, y los medios o arbustivos, donde el factor tiempo se ralentiza. Abordar la gestión del mantenimiento supone revisar las prioridades, incorporando una perspectiva integradora.

Mientras los planteamientos teóricos abordan y reconocen el valor de la biodiversidad y la conectividad en zonas urbanas y periurbanas, la práctica aún debe superar la visión estética y mercantil del verde en la intervención en el paisaje.

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