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Revista de corresponsals: San Francisco post COVID, una ciutat que no es recupera

© Lea Eidler

La CDC (Centre pel control i prevenció de malalties) dels Estats Units va declarar l’emergència de salut pública de la COVID com a finalitzada el dia 11 de Maig de 2023.

Tot i que ja no és necessari estar vacunat per entrar al país o portar mascareta als hospitals o al transport públic, la ciutat està ben lluny de recuperar-se dels últims 3 anys de pandèmia.

Durant el confinament, com a la resta del món, molts comerços van haver de tancar portes, deixant un paisatge mig desolat a la ciutat. El que està sorprenent moltíssim a la ciutadania és que tres anys després, algunes zones de la ciutat no tan sols no s'han recuperat sinó que han anat a pitjor.

A dia d’avui, el “downtown” de San Francisco està més desolat que mai. Aproximadament un 47% dels negocis de la zona han tancat des del 2019. Això està creant un paisatge inèdit al centre de la ciutat, on sembla que, mentre es passeja, un estigui en una ciutat abandonada.

Les últimes pèrdues de la zona són el centre comercial que es troba just al centre davant del carrer més turístic de la ciutat, on els propietaris han deixat de pagar lloguer; i uns grans magatzems que ocupaven 3 plantes i 1600m2 d’un dels edificis de cantonada més prominents de la ciutat.

Altres factors que consoliden aquesta crisi urbana són, per una banda que més del 30% dels edificis d’oficines es troben buits i sense perspectiva de nous inquilins, i el fet que dos dels principals hotels de la zona - un d’ells el Hilton hotel- hagin decidit marxar ha creat un buit i una sensació d’inestabilitat. Per altra banda el fet que els nivells de sense sostre, crim i inseguretat a la zona s’han disparat.

No és gens nou que San Francisco té un problema amb la població sense sostre. El problema actual és la quantitat de tràfic de drogues que es duu a terme al carrer, en plena llum del dia sense que el govern o la policia faci res al respecte. Les situacions que es viuen al carrer o de camí a la feina són inconcebibles. Caminar per la ciutat ja no és segur i aquest fet està tenint un impacte molt gran en la recuperació de la ciutat, ja que no només hi ha zones que ja no són segures per caminar sinó que molts comerços han tancat per les reiterades onades de violència i robatoris que han patit els darrers dos anys.

Des del govern i l’alcaldia de la ciutat s’intenta portar a terme iniciatives per pal·liar aquesta situació, però el problema és estructural ja que no hi ha una infraestructura adequada que pugui gestionar el volum de necessitat que hi ha. Una de les iniciatives que es porten a terme repetidament són la construcció d’habitatge social però el ritme al qual s’aprova, es construeix i es distribueix, no permet satisfer la demanda.

Alguns experts empresaris entesos en el tema suggereixen que la revitalització vindrà el 2024 però mentre això no es converteix en una realitat, els ciutadans hem de viure en una ciutat més propera a la distòpia del que mai ens haguéssim imaginat.

Lea Eidler, arquitecta. Corresponsal del COAC a San Francisco. Juliol 2023

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Revista de corresponsales: Las certificaciones en materia de sostenibilidad en construcción: el DGNB de Alemania

© pxfuel fotos

La sostenibilidad es un concepto que se ha vuelto cada vez más relevante en el ámbito de la arquitectura, especialmente ante los desafíos ambientales y sociales que enfrenta al mundo actual, de tal forma que diseñar y construir edificios que minimicen el impacto negativo sobre el entorno natural y humano, y que optimicen el uso de los recursos energéticos y materiales ya no es una opción, sino que se ha convertido en una necesidad. No obstante la sostenibilidad también busca mejorar la calidad de vida de las personas que habitan o visitan los espacios arquitectónicos, así como promover la participación y la responsabilidad social y estos aspectos todavía no se ven implementados en la gran variedad de certificaciones de sostenibilidad disponibles en actualidad como veremos en este artículo.

Alemania es uno de los pioneros y líderes mundiales en el desarrollo e implementación de estrategias y normativas para fomentar la construcción sostenible, así como en la innovación y la investigación en este ámbito. Existen numerosos certificados dentro y fuera de Europa que acreditan la sostenibilidad en arquitectura en distintas categorías. La mayoría de las certificaciones existentes son de origen privado, lo que dificulta su integración con las normas públicas de los Estados. Por eso, la Unión Europea realizó en 2014 un estudio para crear un sistema común de certificación de edificios no residenciales y de uso público. El propósito del estudio era proponer una certificación única para la Unión Europea y buscar formas de mejorar y estandarizar los certificados de eficiencia energética en cuanto a coherencia, utilidad, accesibilidad y precisión. Si bien no se logró avanzar en un certificado europeo conjunto, el estudio sí permitió tener una visión más clara de los diferentes tipos de certificación y el foco de atención de cada una de ellas.

El documento clasifica las principales certificaciones mundiales en 3 grupos según el éxito de mercado, alto, medio y bajo. Dentro de las certificaciones de alto éxito de mercado encontramos en el ámbito internacional la certificación LEED (EE.UU., 1993) y la certificación BREEAM (Reino Unido, 1990). En el ámbito europeo existe una gran variedad de certificaciones, de las que podrían destacarse dentro de las de alto éxito de mercado el PassivHaus (Alemania, 1988), HQE (Francia, 1992), el Minergie (Suiza, 1998) ) así como el VERDE (España, 2007), si bien éste último no se consideraba en el estudio de la CE como una certificación de bajo éxito de mercado. Sumado a las certificaciones anteriores, una de las más extendidas en países de habla germánica y del que nos ocuparemos en este artículo, es la certificación DGNB (2007), del Consejo Alemán para la Construcción Sostenible.

El sistema de certificación de sostenibilidad en edificios DGNB es una herramienta que evalúa el desempeño ambiental, social y económico de las construcciones, desde su diseño hasta su uso y mantenimiento. El objetivo de esta certificación es promover una arquitectura que contribuya al desarrollo sostenible, reduciendo el impacto negativo de los edificios sobre el medio ambiente y la salud de las personas.

El sistema DGNB se basa en un concepto holístico de la sostenibilidad, que considera aspectos como la calidad ambiental, la eficiencia energética, el confort y la seguridad de los usuarios, la funcionalidad y la adaptabilidad de los espacios, la accesibilidad, la calidad técnica y constructiva, y la viabilidad económica a lo largo del ciclo de vida del edificio. Este aspecto holístico lo diferencia de los otros sistemas de certificación mencionados anteriormente, especialmente los más antiguos, que evalúan principalmente la sostenibilidad ecológica de un edificio y no aspectos más vinculados a la usabilidad y al confort (exceptuando el sistema WELL (EE.UU., 2014) ) que precisamente se enfoca en la salud y bienestar de los ocupantes y la certificación española VERDE, que incluye un apartado valorando los aspectos sociales).

Para obtener la certificación DGNB, el edificio debe cumplir con unos requisitos mínimos y conseguir una puntuación global según los criterios establecidos por la entidad que desarrolló y gestiona este sistema. El sello de calidad para la construcción sostenible se otorga en los niveles de calidad platino, oro, plata y bronce en función del porcentaje obtenido en los parámetros que definen a una categoría concreta de sostenibilidad.

Además abre la posibilidad de adaptarse a cambios técnicos y sociales; en el caso de la accesibilidad por ejemplo, implica que se cumplan los requisitos necesarios para una implementación más exhaustiva de la accesibilidad en caso de necesidad (lo que se produce cuando se contrata a un empleado con necesidades especiales); también incluye diferencias específicas de cada país, como las condiciones climáticas o los requisitos legales y estructurales en la evaluación.

En cooperación con organizaciones no gubernamentales y sin fines de lucro en el extranjero, el sistema de certificación de la DGNB se adapta a los requisitos de las distintas regiones del mundo. Sin embargo, la asociación proporciona una versión internacionalizada del sistema DGNB para todos los países, lo que permite certificar a nivel mundial sin mayores ajustes y se basa en las normas y estándares europeos actuales.

Hay que tener en cuenta que aunque en Alemania tiene dos sistemas de calificación con relevancia en el sector (DGNB y PassiVHaus), éstos coexisten con otras certificaciones de ámbito internacional, sobre todo LEED y BREEAM. Ante la variedad de estándares y opciones de certificación disponibles, ¿cómo elegir el sistema más adecuado? La respuesta depende de las características específicas de cada proyecto. Es esencial considerar que cada proyecto, cada cliente y cada inversor tiene distintas prioridades y necesidades. Por ejemplo, los actores internacionales suelen optar por estándares internacionales para construir y evaluar sus edificios en distintos países siguiendo el mismo criterio. Las empresas que operan a nivel nacional se inclinan normalmente por un estándar nacional, en este caso, alemán. Estas decisiones responden a estrategias definidas por los clientes finales.

Dada la actual variedad de sistemas de certificación es interesante que vayan implementándose y extendiéndose los criterios de estos certificados, como ocurre con el DGNB, porque repercute directamente en la calidad de los aspectos valorados en el edificio y al mismo tiempo es una herramienta que complementa a las normativas existentes, en tanto que crea una cierta distinción y verifica una excelencia. Lo ideal sería que si siguen extendiéndose las certificaciones poco a poco la excelencia en edificación sostenible pueda acabar convirtiéndose en el estándar y no en la excepción.

 

Carlos Vidal Wagner, arquitecto. Corresponsal del COAC en Frankfurt, Alemania. Mayo 2023

 

Fuentes:

https://www.dgnb.de/de/index.php

https://trinomics.eu/project/market-study-for-a-voluntary-common-eu-certification-scheme-for-the-energy-performance-of-non-residential-buildings/

https://www.realestate.bnpparibas.de/en/blog/esg/green-building-certification-systems

Foto: https://www.pxfuel.com/es/photos (foto lliure de copyright)

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Revista de corresponsales: Reciclando las mentes, un punto de vista diferente sobre la sostenibilidad en Australia

© Victor Olivar Alcami

El tema de la sostenibilidad lleva tiempo suficiente sobre la mesa como para merecer un artículo; empezaremos con tres preguntas básicas.

• ¿Cuál es la acción insostenible que está afectando al planeta de la forma más urgente?

• ¿Cuáles son los países más insostenibles en este asunto?

• ¿Cuál es la contribución de los arquitectos para revertir esta situación?

Sobre la dualidad entre el mundo natural y lo artificial -o humano-, diré que se trata de una herencia de la mentalidad de algunas religiones y algunas ciencias como la Darwiniana que ponen a la humanidad en el centro del pensamiento y el análisis, con la intención de clasificar los actos humanos de una forma diferente y especial. Sin embargo, resulta que la humanidad es un conjunto de animales y, por tanto, los actos humanos, no dejan de ser naturales (1*)

Si alguien se ha preguntado alguna vez cuál es el propósito en el mundo de nuestro conjunto orgánico al que llamamos “homo sapiens” (2*), basta con pensar en cualquier monte de desechos y abrazar la imagen como resultado natural de nuestra especie.

En el mundo hay muchos hechos que se convierten en profundamente nocivos para la vida orgánica que beneficia a los humanos y, debido al fuerte impacto que nuestras acciones tienen sobre nosotros mismos y nuestro conjunto orgánico, nosotros somos los causantes de nuestra propia extinción y de los animales, insectos y vegetaciones hermanadas que nos permiten vivir.

Si el planeta Tierra tuviera algún tipo de conciencia, podríamos decir que, por lo general, que haya vida en la superficie o no, le sería totalmente indiferente. La Tierra se renovará de nuevo y otro tipo de seres vivientes ocuparán nuestro sitio.

Hecha esta introducción, vamos a resolver la primera pregunta. Resulta pues que más allá del material de desecho, ya sea orgánico, reciclable o no, tóxico y/o radioactivo -que, con más de 2,000 bombas nucleares tiradas desde la invención de esta arma de destrucción, daría mucho de qué hablar (3) *)-, el tema que genera mayor presión debido a su impacto en el calentamiento global son las emisiones de CO2.

Resulta curioso ver que los países con mayor GDP, son también los que tienen una mayor producción de CO2. Al tratarse de los países más ricos y la forma de medir el CO2 se hace por países en vez de por negocios, existen básicamente dos formas de reducir las emisiones sin tener que hacer ningún cambio en las industrias: externalizar la producción de bienes a otros países y/o comprar “offsets” de producción de CO2.

Por tanto, no es tan evidente llegar a encontrar la información adecuada ya que al final los países ricos acaban pagando para externalizar su responsabilidad; en otras palabras, pagan por externalizar su sentimiento de culpabilidad.

Y pues, ¿cuáles son los países con más producción de CO2 per cápita? Pues países como Brunei, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Kuwait, Trinidad y Tobago. ¿Y por qué estos países? Pues resulta que son todos los grandes productores de petróleo del planeta. Éste sería un ejemplo de externalización de la producción de los países ricos al igual que los procesos de manufactura de muchas industrias del primer mundo se encuentran situados en China, India...

En la siguiente ronda de países contaminantes con los índices de producción de CO2 per cápita más elevados del mundo, y haciendo un análisis de economías más complejas no basadas en la economía del petróleo-quizás sorprende encontrar que australiano situada en primera posición con 15 ,09 toneladas de CO2 producido per cápita en 2021 (4*). Esta cifra es tres veces más que la media de CO2 producido en 2017 (5*)

Australia tiene mucha minería, pero sobre todo tiene mucha producción de carbón. El 33.6% de los gases de efecto invernadero en Australia se deben a la producción de energía. Es aquí donde el carbón forma parte esencial de la ecuación; en Australia todavía se utiliza carbón para generar energía puesto que se trata de una fuente muy barata.

Pero la pregunta clave ¿cómo es posible que un país con la extensión de terreno tan grande y tanto de Sol, todavía haga uso de la extracción fósil del carbón y no de la energía solar o incluso la atómica? La respuesta es más política que racional; los sectores más poderosos del país están completamente ligados a la industria minera.

Pese a alguna pequeña victoria mediática como el primer bloqueo de apertura de una nueva mina de carbón en 2023 por estar localizada en la Gran Barrera de Cora, parece que el proceso de cambio será lento y complicado.

Mientras, en una especie de mirada monolítica y miópica -también heredada de la perspectiva centrípeta de los arquitectos de los últimos siglos- en todas partes no paramos de escuchar la misma pregunta: ¿cuál sería el papel de los arquitectos al revertir esta situación?

Y de repente toda la industria de la construcción, causando del 30-40% de la producción de gases de efecto invernadero del planeta, comienza a medir la sostenibilidad de los procesos de producción con, entre otros, los Green Star Ratio; o con la certificación de las Passive Houses... Todas estas parecen, en principio, buenas estrategias en la redefinición de la industria de la construcción.

Sin embargo, el impulso actual hacia la medición de todos los procesos y la confianza actual en la ciencia numérica no deja de ser un proceso elitista que, a pesar de bien intencionado y mejor que no hacer nada al respecto, no deja de mostrar algunas grietas que no parecen tan evidentes en un primer análisis.

En un artículo que se podría traducir por “¿Es el reciclaje el problema, no la solución?” (7*), el autor hace referencia al punto de vista sobre el reciclaje del periodista australiano Jason Murphy en contra de facilitar el reciclaje. Comenta el artículo que en Alemania se introdujo un sistema para presionar y reducir el tamaño de las botellas de plástico para facilitar el proceso de reciclaje por parte de los usuarios antes de lanzarlas al contenedor de reciclaje. El resultado de la implementación de este avance en el sistema de reciclaje hizo que, al año siguiente, el consumo de botellas de plástico se multiplicara exponencialmente a expensas de una reducción del consumo de botellas de vidrio -obviamente mucho más sostenible que el plástico-. Por tanto, lo que parecería en principio una buena idea, podría acabar teniendo un efecto contrario; entramos en el campo de la psicología (8*).

De forma equiparable, la solución de crear más carreteras para solucionar un exceso de tráfico ha demostrado generar aún más excesos de tráfico ya que motiva a la población a coger más el coche a través de facilitar y ampliar las opciones de uso.

Por tanto, la clave de la sostenibilidad real recae en nuestra percepción. Podemos medir todo lo que queramos para sentirnos mejor y reducir los niveles de culpabilidad de nuestro nivel de vida, pero el cambio real recae en la forma que tenemos de situarnos en el mundo. No tiene mucho sentido vivir en una Passive House totalmente equipada con todo lo que creemos que necesitamos (habitaciones para invitados, habitaciones para lavadora y secadora, dos salas de estar, microondas, coche, más de dos hijos/as…) y seguir con nuestra vida satisfechos de nuestra contribución a plantar árboles en el mundo.

Aquí es donde es necesario ser más radicales en la propuesta y parece que la capacidad de sostenibilización de una sola pregunta es absoluta: ¿realmente necesitamos todas estas cosas?

De la misma manera que el concepto de desecho existe, ¿qué es un desecho? Qué concepto más perverso el de aceptar que algo no sirva para nada más que ser echado al bosque. Es en esta aceptación que la producción monolítica y desechable domina el mundo actual. El reciclaje no es una solución, sino una alternativa al problema. La producción de objetos debería estar pensada desde una cadena de usos consecutiva desde el principio en el proceso de concepción, de una forma más compleja en la variedad de usos, y tratando de evitar los procesos de destrucción.

Está claro que esta forma de ver el mundo requiere de un cambio más profundo y no será tan inmediato, pero si alguien me vuelve a preguntar cuál es el papel de los arquitectos al revertir esta situación, la respuesta es bastante evidente: trabajar en el mundo de las ideas para crear un mundo con unos valores y procesos de producción regenerativos. La sostenibilidad "de datos" actual, la podemos dejar para los técnicos.

 

Victor Olivar Alcami, arquitecto. Corresponsal del COAC en Sydney, Australia. Abril 2023

 

1* “Ecology against Mother Nature”, Slavoj Zizek

2* “Ens farem humans?”, Eudald Carbonell

3* “A Time-Lapse Map of Every Nuclear Explosion Since 1945 - by Isao Hashimoto

4*”Map of Greenhouse Gas emision”, Our World in data.org

5* “Where in the world do people emit the most CO2?”, Hannah Ritchie, Our Word in data

6* “Australia blocks coal mine to protect Great Barrier Reef” BBC, 8th February 2023

7*” Is recycling the problem, not the solution?” Liam Mannix, 15th Nov 2022, The Sydney Morning Herald.

8*” The warm glow of recycling can make us more wasteful”, Jenny Van Doorn & Tim Kurz, Journal of Environmental Psychology

Volume 77, October 2021

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Revista de corresponsals: Les certificacions en matèria de sostenibilitat en construcció: el DGNB d'Alemanya

© Pxfuel photos

La sostenibilitat és un concepte que s'ha tornat cada vegada més rellevant en l'àmbit de l'arquitectura, especialment davant els desafiaments ambientals i socials que enfronta el món actual, de tal manera que dissenyar i construir edificis que minimitzin l'impacte negatiu sobre l'entorn natural i humà, i que optimitzin l'ús dels recursos energètics i materials ja no és una opció, si no que s'ha convertit en una necessitat. No obstant la sostenibilitat també busca millorar la qualitat de vida de les persones que habiten o visiten els espais arquitectònics, així com promoure la participació i la responsabilitat social i aquests aspectes encara no es veuen implementats en la gran varietat de certificacions de sostenibilitat disponibles en l’actualitat com veurem en aquest article.

Alemanya és un dels pioners i líders mundials en el desenvolupament i implementació d'estratègies i normatives per a fomentar la construcció sostenible, així com en la innovació i la recerca en aquest àmbit. Existeixen nombrosos certificats dins i fora d'Europa que acrediten la sostenibilitat en arquitectura en diferents categories. La majoria de les certificacions existents són d'origen privat, la qual cosa dificulta la seva integració amb les normes públiques dels estats. Per això, la Unió Europea va realitzar en 2014 un estudi per a crear un sistema comú de certificació d'edificis no residencials i d'ús públic. El propòsit de l'estudi era proposar una certificació única per a la Unió Europea i buscar maneres de millorar i estandarditzar els certificats d'eficiència energètica quant a coherència, utilitat, accessibilitat i precisió. Si bé no es va aconseguir avançar en un certificat europeu conjunt, l'estudi sí que va permetre tenir una visió més clara dels diferents tipus de certificació i el focus d'atenció de cadascuna d'elles.

El document classifica les principals certificacions mundials en 3 grups segons l'èxit de mercat, alt, mitjà i baix. Dins de les certificacions d'alt èxit de mercat trobem en l'àmbit internacional la certificació LEED (els EUA, 1993) i la certificació BREEAM (el Regne Unit, 1990). En l'àmbit europeu hi ha una gran varietat de certificacions, de les quals podrien destacar-se dins de les d'alt èxit de mercat el PassivHaus (Alemanya, 1988), HQE (França, 1992), el Minergie (Suïssa, 1998) així com el VERDE (Espanya, 2007), si bé aquest últim no es considerava en l'estudi de la CE com una certificació de baix èxit de mercat. Sumat a les certificacions anteriors, una de les més esteses en països de parla germànica i del qual ens ocuparem en aquest article, és la certificació DGNB (2007), del Consell Alemany per a la Construcció Sostenible.

El sistema de certificació de sostenibilitat en edificis DGNB és una eina que avalua l'acompliment ambiental, social i econòmic de les construccions, des del disseny fins a l'ús i el manteniment. L'objectiu d'aquesta certificació és promoure una arquitectura que contribueixi al desenvolupament sostenible, reduint l'impacte negatiu dels edificis sobre el medi ambient i la salut de les persones.

El sistema DGNB es basa en un concepte holístic de la sostenibilitat, que considera aspectes com la qualitat ambiental, l'eficiència energètica, el confort i la seguretat dels usuaris, la funcionalitat i l'adaptabilitat dels espais, l'accessibilitat, la qualitat tècnica i constructiva, i la viabilitat econòmica al llarg del cicle de vida de l'edifici. Aquest aspecte holístic el diferencia dels altres sistemes de certificació esmentats més amunt, especialment els més antics, que avaluen principalment la sostenibilitat ecològica d'un edifici i no aspectes més vinculats a la usabilitat i al confort (exceptuant el sistema WELL (els EUA, 2014) que precisament s'enfoca en la salut i benestar dels ocupants i la certificació espanyola VERDE, que inclou un apartat valorant els aspectes socials).

Per a obtenir la certificació DGNB, l'edifici ha de complir amb uns requisits mínims i aconseguir una puntuació global segons els criteris establerts per l'entitat que va desenvolupar i gestiona aquest sistema. El segell de qualitat per a la construcció sostenible s'atorga en els nivells de qualitat platí, or, plata i bronze en funció del percentatge obtingut en els paràmetres que defineixen una categoria concreta de sostenibilitat.

A més obre la possibilitat d'adaptar-se a canvis tècnics i socials; en el cas de l'accessibilitat per exemple, implica que es compleixin els requisits necessaris per a una implementació més exhaustiva de l'accessibilitat en cas de necessitat (la qual cosa es produeix quan es contracta un empleat amb necessitats especials); també inclou diferències específiques de cada país, com les condicions climàtiques o els requisits legals i estructurals en l'avaluació.

En cooperació amb organitzacions no governamentals i sense fins de lucre a l'estranger, el sistema de certificació de la DGNB s'adapta als requisits de les diferents regions del món. No obstant això, l'associació proporciona una versió internacionalitzada del sistema DGNB per a tots els països, la qual cosa permet certificar a escala mundial sense majors ajustos i es basa en les normes i estàndards europeus actuals.

Cal tenir en compte que tot i que a Alemanya té dos sistemes de qualificació amb rellevància en el sector (DGNB i PassiVHaus), aquests coexisteixen amb altres certificacions d'àmbit internacional, sobretot LEED i BREEAM. Davant la varietat d'estàndards i opcions de certificació disponibles, com triar el sistema més adequat? La resposta depèn de les característiques específiques de cada projecte. És essencial considerar que cada projecte, cada client i cada inversor té diferents prioritats i necessitats. Per exemple, els actors internacionals solen optar per estàndards internacionals per a construir i avaluar els seus edificis en diferents països seguint el mateix criteri. Les empreses que operen a escala nacional s'inclinen normalment per un estàndard nacional, en el aquest cas, alemany. Aquestes decisions responen a estratègies definides per els clients finals.

Donada l'actual varietat de sistemes de certificació és interessant que vagin implementant-se i estenent-se els criteris d'aquests certificats, com ocorre amb el DGNB, perquè repercuteix directament en la qualitat dels aspectes valorats en l'edifici i al mateix temps és una eina que complementa a les normatives existents, en tant que crea una certa distinció i verifica una excel·lència. L'ideal seria que si continuen estenent-se les certificacions a poc a poc l'excel·lència en edificació sostenible pugui acabar convertint-se en l'estàndard i no en l’excepció.

Carlos Vidal Wagner, arquitecte. Corresponsal del COAC a Frankfurt, Alemanya. Maig 2023

 

Fonts:

https://www.dgnb.de/de/index.php

https://trinomics.eu/project/market-study-for-a-voluntary-common-eu-certification-scheme-for-the-energy-performance-of-non-residential-buildings/

https://www.realestate.bnpparibas.de/en/blog/esg/green-building-certification-systems

Foto: https://www.pxfuel.com/es/photos (foto lliure de copyright)

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