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Introducción
El COAC pone a disposición de los colegiados la Herramienta para el cálculo de la huella de carbono, un instrumento impulsado por AuS y desarrollado en colaboración con el ITeC, que permitirá a los profesionales de la arquitectura saber las emisiones de CO2 que genera su proyecto arquitectónico.
La herramienta se pone en marcha en un momento clave, meses después de la aprobación de la nueva versión de la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios, que persigue la descarbonización de los edificios a lo largo de todo su ciclo de vida e introduce el indicador del Potencial de Calentamiento Global del edificio (PCG).
Registro
Para acceder a la herramienta, es necesario registrarse antes en la web del ITeC. Es imprescindible que el registro se realice con la misma dirección de correo electrónico que se tiene informada en el COAC. La activación puede tardar unas horas.
Debe tenerse en cuenta que este sector es el responsable de buena parte de los impactos ambientales de nuestra sociedad. Y entre el 10 y el 12% de las emisiones de CO2 totales corresponden a la etapa de fabricación de los materiales que utilizamos en la edificación (carbono embebido inicial).
La herramienta persigue un doble objetivo: por un lado, pretende formar e informar a los arquitectos sobre el impacto ambiental de los proyectos arquitectónicos y ofrece una primera aproximación al cálculo de la huella de carbono, un aspecto que en los próximos años será de obligado cumplimiento. Por otro lado, les ofrece información para que puedan empezar a tomar decisiones que contemplen la reducción de emisiones.
En definitiva, se trata de un proceso continuo en el que se irán desarrollando diferentes aplicaciones, cada vez con información más detallada y de mayor incidencia en el proceso de diseño a lo largo del ciclo de vida de nuestros proyectos.
En este primer estadio se presentan dos aplicaciones que representan esta primera aproximación al cálculo de la pisada de carbono y que tienen una clara voluntad formativa e informativa.
En una primera fase, a partir de los datos que ya habitualmente se utilizan para la hoja estadística de vivienda de la Generalitat de Cataluña, recibiremos el propio documento administrativo justificativo y al mismo tiempo un informe de la huella de carbono correspondiente.
En una segunda fase, también de forma aproximada, pero ya a partir de la introducción de mediciones de nuestro proyecto sobre un listado de partidas fijo para diferentes capítulos del edificio, podremos conocer el impacto ambiental de los materiales empleados.
Para poder efectuar los cálculos sólo es necesario introducir algunos parámetros y, a partir de una evaluación sencilla, se conseguirá obtener las emisiones de CO2 equivalente (en kg) por m2 de superficie útil de las fases de extracción y fabricación de los materiales (A1-A3) y de la fase de obra (A5). Éste es el indicador de referencia, que resulta de la metodología Level(s), el marco común de la UE de indicadores básicos de sostenibilidad en la edificación y de la normativa europea de ciclo de vida.

La herramienta utiliza los datos ambientales del banco BEDEC del ITeC, reconocido como base de datos de referencia por el Joint Research Center (JRC) de la Comisión Europea.
En la fase inicial de esta herramienta no se prevé disponer de valores de referencia sobre los que comparar los resultados que obtengamos con nuestros edificios ya que, precisamente, uno de los objetivos es poder recoger datos para establecerlos de acuerdo con la calidad de la información que estamos introduciendo en el proceso. Compararse con datos provenientes de estudios que se han obtenido con metodologías distintas de la que aquí se propone puede conducir a errores o confusión.
Aunque en este primer nivel las posibilidades de introducir mejoras son limitadas, es necesario empezar a tener en cuenta las principales estrategias de reducción de impacto, que básicamente son dos. Por un lado, la reducción de la cantidad de recursos utilizados mediante la eficiencia y la optimización en el diseño tanto de las necesidades, como del programa o de las soluciones constructivas. Por otro lado, el uso de materiales de baja huella de carbono, como los biosféricos o descarbonizados (tierra, madera y otros derivados vegetales, entre otros), los reciclados y reciclables, los fabricados con energías renovables, etc. Igualmente, es necesario tener en cuenta otras estrategias como la durabilidad y el mantenimiento, así como el diseño desde la adaptabilidad y la deconstrucción.
En cualquier caso, siempre que se pueda se recomienda llevar a cabo estudios comparativos rigurosos y detallados en el edificio y las soluciones constructivas que lo componen a través de bancos de datos ambientales y/o de Declaraciones Ambientales de Producto.

