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Chandigarh y Ahmedabad, arquitectura en mayúsculas
Capitoli de Chandigarh © Ariadna Álvarez Garreta
Chandigarh y Ahmedabad, Ahmedabad y Chandigarh son dos ciudades del norte de la India que se encuentran a unos 1.200 km de distancia, todo un mundo en este país tan diverso. Una es en el estado del Punjab y a otra al Gujarat, territorios con diferentes lenguas y tradiciones. Aunque son dos ciudades completamente diferentes desde todos los puntos de vista, tienen un rasgo en común y es que las dos son referentes (y laboratorios) arquitectónicos nacionales e internacionales.
Chandigarh es una new town construida en los años sesenta del siglo pasado y Ahmedabad es una ciudad con historia, fundada en el siglo XV por el emperador mugol Ahmed Shah como capital del sultanato del Gujarat. Ahmedabad vio nacer y formar a gran parte de la primera –y excepcional- generación post colonial de arquitectos indios, encabezados por el gran maestro V.B. Doshi (el otro gran referente, Ch. Correa se encuentra bastante cerca, en la vecina Mumbai), y que han influenciado en les generaciones contemporáneas.
Ahmedabad, tiene además una de les obras importantes del arquitecto norte-americano L. Kahn, el Indian Institute of Management, i si no fuera por el estado por la miopía del ayuntamiento denegando una licencia por un edificio de oficinas, Ahmedabad hubiese sido la única ciudad del mundo con obras de F.Ll. Wright, Le Corbusier i L. Khan. A su emplazamiento se construyó a los años 60 la Calico Dome, una tienda de diseño innovador con una cúpula inspirada en los diseños de W. Fuller. Todos estos proyectos han estado promovidos por una burguesía industrial del sector textil, que han sido mecenas y han promovido la arquitectura, el diseño, el arte y el conocimiento.
Desde el punto de vista internacional, Chandigarh y Ahmedabad comparten un referente arquitectónico, Le Corbusier. Son las dos únicas ciudades de la India donde el maestro ha dejado parte de su legado. Porque no se trata de proyectos menores, en cada una de estas ciudades Le Corbusier proyectó obras maestras. En Chandigarh, su legado (juntamente con Pierre Jeanneret) es presente en prácticamente cada esquina, porque a además fue el autor i ejecutor de su planeamiento. La ciudad -a grandes rasgos- ha funcionado, y aunque tengamos la renovación de parte de las viviendas privadas, el paisaje urbano mantiene su coherencia. Sus habitantes se sienten orgullosos de vivir en “la ciudad de Le Corbusier” y las normativas urbanísticas han respetado y preservado este rasgo diferencial. Obviamente existen las tensiones y no todo es perfecto, pero se puede decir a grandes rasgos, que la ciudad ofrece una buena calidad de vida.
Chandigarh se encuentra en un momento muy interesante para hacer frente a los retos que le plantea los más de 50 años de existencia y la presión del sector inmobiliario en una Ciudad con los solares prácticamente agotados, donde más del 50% es público. Des del punto de vista de las infraestructuras la ciudad necesita con urgencia adoptar sistemas de transporte rápidos, eficientes y medioambientalmente no contaminantes i la creación de áreas de nueva centralidad.Desde este punto de vista, la aportación que los arquitectos catalanes podemos hacer es interesante por bagaje que tenemos en materia urbanística, de vivienda y de patrimonio. La colaboración con arquitectos locales (recordemos que en la India no podemos ejercer como arquitectos sin tener un socio local, porque nuestra titulación no está reconocida) alomejor no es fácil inicialmente, pero hay un mercado y posibilidades por arquitectos con iniciativas y emprendendoría.
En Ahmedabad se encuentra el Centro for Environmental Planning and Technology (CEPT), una de las mejores escuelas de arquitectura del país. Creada y proyectada per V.B. Doshi, es uno de los epicentros de la vida local. Aunque Ahmedabad (a diferencia de Chandigarh) tiene una rica actividad cultural, y des del punto de vista de les oportunidades que puede ofrecer para los arquitectos catalanes es, sobre todo, un buen lugar para la docencia y la investigación.
La India se encuentra actualmente, como también pasa a gran parte del continente asiático, en un momento excepcional desde el punto de vista urbano. Es un momento de cambio, de expectación y de ilusión. Parecerá un tópico, y tampoco es tan sencillo como parece, pero la India del siglo XXI es un territorio de oportunidades, y uno de los lugares donde muy pronto empezarán a pasar cosas.
Chandigarh es una new town construida en los años sesenta del siglo pasado y Ahmedabad es una ciudad con historia, fundada en el siglo XV por el emperador mugol Ahmed Shah como capital del sultanato del Gujarat. Ahmedabad vio nacer y formar a gran parte de la primera –y excepcional- generación post colonial de arquitectos indios, encabezados por el gran maestro V.B. Doshi (el otro gran referente, Ch. Correa se encuentra bastante cerca, en la vecina Mumbai), y que han influenciado en les generaciones contemporáneas.
Ahmedabad, tiene además una de les obras importantes del arquitecto norte-americano L. Kahn, el Indian Institute of Management, i si no fuera por el estado por la miopía del ayuntamiento denegando una licencia por un edificio de oficinas, Ahmedabad hubiese sido la única ciudad del mundo con obras de F.Ll. Wright, Le Corbusier i L. Khan. A su emplazamiento se construyó a los años 60 la Calico Dome, una tienda de diseño innovador con una cúpula inspirada en los diseños de W. Fuller. Todos estos proyectos han estado promovidos por una burguesía industrial del sector textil, que han sido mecenas y han promovido la arquitectura, el diseño, el arte y el conocimiento.
Desde el punto de vista internacional, Chandigarh y Ahmedabad comparten un referente arquitectónico, Le Corbusier. Son las dos únicas ciudades de la India donde el maestro ha dejado parte de su legado. Porque no se trata de proyectos menores, en cada una de estas ciudades Le Corbusier proyectó obras maestras. En Chandigarh, su legado (juntamente con Pierre Jeanneret) es presente en prácticamente cada esquina, porque a además fue el autor i ejecutor de su planeamiento. La ciudad -a grandes rasgos- ha funcionado, y aunque tengamos la renovación de parte de las viviendas privadas, el paisaje urbano mantiene su coherencia. Sus habitantes se sienten orgullosos de vivir en “la ciudad de Le Corbusier” y las normativas urbanísticas han respetado y preservado este rasgo diferencial. Obviamente existen las tensiones y no todo es perfecto, pero se puede decir a grandes rasgos, que la ciudad ofrece una buena calidad de vida.
Chandigarh se encuentra en un momento muy interesante para hacer frente a los retos que le plantea los más de 50 años de existencia y la presión del sector inmobiliario en una Ciudad con los solares prácticamente agotados, donde más del 50% es público. Des del punto de vista de las infraestructuras la ciudad necesita con urgencia adoptar sistemas de transporte rápidos, eficientes y medioambientalmente no contaminantes i la creación de áreas de nueva centralidad.Desde este punto de vista, la aportación que los arquitectos catalanes podemos hacer es interesante por bagaje que tenemos en materia urbanística, de vivienda y de patrimonio. La colaboración con arquitectos locales (recordemos que en la India no podemos ejercer como arquitectos sin tener un socio local, porque nuestra titulación no está reconocida) alomejor no es fácil inicialmente, pero hay un mercado y posibilidades por arquitectos con iniciativas y emprendendoría.
En Ahmedabad se encuentra el Centro for Environmental Planning and Technology (CEPT), una de las mejores escuelas de arquitectura del país. Creada y proyectada per V.B. Doshi, es uno de los epicentros de la vida local. Aunque Ahmedabad (a diferencia de Chandigarh) tiene una rica actividad cultural, y des del punto de vista de les oportunidades que puede ofrecer para los arquitectos catalanes es, sobre todo, un buen lugar para la docencia y la investigación.
La India se encuentra actualmente, como también pasa a gran parte del continente asiático, en un momento excepcional desde el punto de vista urbano. Es un momento de cambio, de expectación y de ilusión. Parecerá un tópico, y tampoco es tan sencillo como parece, pero la India del siglo XXI es un territorio de oportunidades, y uno de los lugares donde muy pronto empezarán a pasar cosas.
Ariadna Álvarez, arquitecta. Corresponsal del COAC a Chandigarh, India