Puntúa de l'1 al 5 els següents aspectes de les noves seccions.
Pregunta 1 2 3 4 5
Disseny del nou entorn
Facilitat d’ús
Utilitat de les gestions que pots realitzar
Impressió general

Reconversión de edificios de oficinas obsoletos en Bruselas: hacia edificios mixtos y circulares

ZIN-in-Nord Jaspers Eyers Architects © Photography-Philippe-Van-Gelooven

Bruselas se ha convertido en un laboratorio urbano de transformación arquitectónica y medioambiental, en el que la reutilización del parque inmobiliario existente es una de las estrategias más relevantes para afrontar los retos contemporáneos de sostenibilidad, eficiencia energética y densificación urbana. En lugar de derribar y reconstruir, la ciudad apuesta por reconvertir edificios monofuncionales de oficinas obsoletos en edificios mixtos, capaces de acoger viviendas, actividades económicas, espacios colectivos y servicios, minimizando el impacto ambiental y siguiendo criterios de circularidad.

Un cambio de paradigma urbano

Durante la segunda mitad del siglo XX, Bruselas experimentó un intenso crecimiento de oficinas, especialmente en el barrio del Nord, con edificios concebidos bajo criterios de productividad y homogeneidad funcional. Hoy, muchos de estos edificios han quedado técnicamente desfasados ​​y energéticamente ineficientes. Ante este escenario, tanto las instituciones públicas como el sector privado impulsan proyectos de reconversión integral que convierten estos volúmenes obsoletos en ecosistemas urbanos híbridos, sostenibles y vivos.

Esta estrategia se alinea con políticas como la iniciativa europea No Net Land Take (NNLT), que busca frenar la expansión urbana desmedida y promover la reutilización del suelo existente, o con la metodología GRO 2025, que permite evaluar el impacto ambiental y circular de los proyectos arquitectónicos.

Proyecto ZIN in No(o)rd: un nuevo ciclo para la ciudad vertical

El proyecto ZIN in No(o)rd, situado en la antigua zona del World Trade Center, es hoy un referente internacional de la reconversión sostenible de edificios de oficinas. Desarrollado por los despachos 51N4E, AUC y Jaspers-Eyers Architects, el complejo reutiliza dos torres existentes para crear un conjunto mixto con 70.000 m2 de oficinas, 127 viviendas, comercios, zonas de ocio y un hotel.

La intervención no sólo reorganiza los espacios interiores, sino que incorpora terrazas, zonas verdes y huertos urbanos, generando espacios colectivos que activan la convivencia y la biodiversidad. A nivel medioambiental, ZIN es un ejemplo paradigmático de construcción circular: conserva parte de su estructura original, reutiliza materiales e introduce sistemas de eficiencia energética avanzada.

Certificado con la herramienta GRO 2025, el proyecto evalúa la circularidad de los materiales, la calidad del aire interior, la gestión del agua y la eficiencia energética. Galardonado como Mejor Edificio Alto del Mundo 2025 por el Council on Vertical Urbanism, ZIN demuestra que la sostenibilidad puede ir de la mano de la innovación arquitectónica y de la calidad urbana.

Proyecto OXY: circularidad y permeabilidad en el corazón de Bruselas

El proyecto OXY de los despachos DDS+, Snøhetta y Binst architects, situado en el bulevar Anspach, en pleno centro de Bruselas, ejemplifica otra vía de reconversión. Lo que había sido un edificio de oficinas monolítico y cerrado se transforma en un complejo permeable y multifuncional, que integra viviendas, hotel, apartotel, oficinas, comercios, equipamientos y restauración.

El zócalo del edificio se abre a la ciudad y crea nuevos recorridos peatonales, conectando la plaza de la Monnaie con la rue Neuve y revitalizando el eje comercial central. El objetivo es reintegrar el edificio en el tejido urbano, transformándolo en un espacio vivo, flexible y conectado.

Desde el punto de vista ambiental, OXY apuesta por la conservación del existente, el reaprovechamiento de materiales y la flexibilidad de uso para alargar la vida útil del edificio. Con la aspiración de alcanzar la neutralidad en CO₂, el proyecto busca certificaciones como Carbon Hero A, BREEAM Outstanding y WELL Platinum, y ha sido reconocido con Renolab.B 2022 como referente en construcción sostenible e innovación urbana.

Circularidad y minimización de impacto ambiental

Los proyectos ZIN y OXY comparten una misma filosofía: preservar, reutilizar, optimizar. La reutilización de estructuras y materiales existentes reduce de forma significativa las emisiones de CO₂ y el consumo de recursos naturales asociados a la nueva construcción.

La renovación circular que promueve Bruselas implica diseñar edificios reversibles, adaptables y fácilmente desmontables, capaces de evolucionar con el tiempo sin generar residuos. A esto se añade la incorporación de energías renovables, sistemas pasivos de ahorro energético y espacios verdes que funcionan como reguladores climáticos y sociales.

Este conjunto de estrategias sitúa a Bruselas al frente de las ciudades europeas que impulsan modelos urbanos de baja huella ecológica y alta calidad de habitabilidad, donde el valor no radica tanto en construir más, sino en construir mejor con lo que ya existe.

Una estrategia urbana de futuro

La reconversión de edificios de oficinas monofuncionales en edificios mixtos y circulares va mucho más allá de la arquitectura: es una estrategia urbana integral que redefine la forma en que Bruselas se transforma y se proyecta hacia el futuro. Este enfoque parte de la convicción de que el desarrollo urbano del siglo XXI debe basarse en la regeneración inteligente del tejido existente, y no en la expansión del territorio.

A través de estos proyectos, la ciudad demuestra que es posible densificar sin destruir, revitalizar sin expulsar e innovar sin derrochar recursos. La mezcla de usos -vivienda, trabajo, ocio y servicios- crea ecosistemas urbanos más resilientes, flexibles y autosuficientes, capaces de adaptarse a los cambios demográficos, económicos y ambientales.

Además, esta transformación tiene una dimensión social profunda: al reabrir edificios cerrados y monofuncionales, se restituyen conexiones entre arquitectura y vida urbana, se reactivan espacios de encuentro y se genera una nueva proximidad entre los usos cotidianos. Proyectos como ZIN in No(o)rd y OXY muestran que la sostenibilidad y la calidad urbana pueden confluir en una misma visión de ciudad equilibrada y habitable.

En definitiva, Bruselas está construyendo su futuro no a partir del crecimiento extensivo, sino de su capacidad de regenerarse desde dentro. La ciudad se convierte en un laboratorio vivo donde circularidad, sostenibilidad y cohesión urbana convergen para dar lugar a una nueva generación de edificios que son, al mismo tiempo, memoria y futuro. Esta mirada no sólo transforma los edificios, sino también la forma de entender la ciudad como un organismo vivo, capaz de aprender, adaptarse y reinventarse constantemente.

 

Marina Berbel, arquitecta. Corresponsal del COAC en Bruselas, Bélgica. Noviembre 2025

PDF version

Tornar

Reconversió d’edificis d’oficines obsolets a Brussel·les: cap a edificis mixtos i circulars

ZIN-in-Nord Jaspers Eyers Architects © Photography-Philippe-Van-Gelooven

Brussel·les s’ha convertit en un laboratori urbà de transformació arquitectònica i mediambiental, on la reutilització del parc immobiliari existent és una de les estratègies més rellevants per afrontar els reptes contemporanis de sostenibilitat, eficiència energètica i densificació urbana. En lloc d’enderrocar i reconstruir, la ciutat aposta per reconvertir edificis monofuncionals d’oficines obsolets en edificis mixtos, capaços d’acollir habitatges, activitats econòmiques, espais col·lectius i serveis, tot minimitzant l’impacte ambiental i seguint criteris de circularitat.

Un canvi de paradigma urbà

Durant la segona meitat del segle XX, Brussel·les va experimentar un intens creixement d’oficines, especialment al barri del Nord, amb edificis concebuts sota criteris de productivitat i homogeneïtat funcional. Avui, molts d’aquests edificis han quedat tècnicament desfasats i energèticament ineficients. Davant d’aquest escenari, tant les institucions públiques com el sector privat impulsen projectes de reconversió integral que converteixen aquests volums obsolets en ecosistemes urbans híbrids, sostenibles i vius.

Aquesta estratègia s’alinea amb polítiques com la iniciativa europea No Net Land Take (NNLT), que busca frenar l’expansió urbana desmesurada i promoure la reutilització del sòl existent, o amb la metodologia GRO 2025, que permet avaluar l’impacte ambiental i circular dels projectes arquitectònics.

Projecte ZIN in No(o)rd: un nou cicle per a la ciutat vertical

El projecte ZIN in No(o)rd, situat a l’antiga zona del World Trade Center, és avui un referent internacional de la reconversió sostenible d’edificis d’oficines. Desenvolupat pels despatxos 51N4E, AUC i Jaspers-Eyers Architects, el complex reutilitza dues torres existents per crear un conjunt mixt amb 70.000 m² d’oficines, 127 habitatges, comerços, zones de lleure i un hotel.

La intervenció no només reorganitza els espais interiors, sinó que incorpora terrasses, zones verdes i horts urbans, generant espais col·lectius que activen la convivència i la biodiversitat. A nivell mediambiental, ZIN és un exemple paradigmàtic de construcció circular: conserva part de l’estructura original, reutilitza materials i introdueix sistemes d’eficiència energètica avançada.

Certificat amb l’eina GRO 2025, el projecte avalua la circularitat dels materials, la qualitat de l’aire interior, la gestió de l’aigua i l’eficiència energètica. Guardonat com a Millor Edifici Alt del Món 2025 pel Council on Vertical Urbanism, ZIN demostra que la sostenibilitat pot anar de la mà de la innovació arquitectònica i de la qualitat urbana.

Projecte OXY: circularitat i permeabilitat al cor de Brussel·les

El projecte OXY dels despatxos DDS+ , Snøhetta i Binst architects, situat al bulevard Anspach, en ple centre de Brussel·les, , exemplifica una altra via de reconversió. Allò que havia estat un edifici d’oficines monòlitic i tancat es transforma en un complex permeable i multifuncional, que integra habitatges, hotel, aparthotel, oficines, comerços, equipaments i restauració.

El sòcol de l’edifici s’obre a la ciutat i crea nous recorreguts per als vianants, connectant la plaça de la Monnaie amb la rue Neuve i revitalitzant l’eix comercial central. L’objectiu és reintegrar l’edifici en el teixit urbà, transformant-lo en un espai viu, flexible i connectat.

Des del punt de vista ambiental, OXY aposta per la conservació de l’existent, el reaprofitament de materials i la flexibilitat d’ús per allargar la vida útil de l’edifici. Amb l’aspiració d’assolir la neutralitat en CO₂, el projecte busca certificacions com Carbon Hero A, BREEAM Outstanding i WELL Platinum, i ha estat reconegut amb el Renolab.B 2022 com a referent en construcció sostenible i innovació urbana.

Circularitat i minimització d’impacte ambiental

Els projectes ZIN i OXY comparteixen una mateixa filosofia: preservar, reutilitzar, optimitzar. La reutilització d’estructures i materials existents redueix de manera significativa les emissions de CO₂ i el consum de recursos naturals associats a la construcció nova.

La renovació circular que promou Brussel·les implica dissenyar edificis reversibles, adaptables i fàcilment desmuntables, capaços d’evolucionar amb el temps sense generar residus. A això s’hi afegeix la incorporació d’energies renovables, sistemes passius d’estalvi energètic i espais verds que funcionen com a reguladors climàtics i socials.

Aquest conjunt d’estratègies situa Brussel·les al capdavant de les ciutats europees que impulsen models urbans de baixa petjada ecològica i alta qualitat d’habitabilitat, on el valor no rau tant en construir més, sinó en construir millor amb el que ja existeix.

Una estratègia urbana de futur

La reconversió d’edificis d’oficines monofuncionals en edificis mixtos i circulars va molt més enllà de l’arquitectura: és una estratègia urbana integral que redefineix la manera com Brussel·les es transforma i es projecta cap al futur. Aquest enfocament parteix de la convicció que el desenvolupament urbà del segle XXI ha de basar-se en la regeneració intel·ligent del teixit existent, i no en l’expansió del territori.

A través d’aquests projectes, la ciutat demostra que és possible densificar sense destruir, revitalitzar sense expulsar i innovar sense malbaratar recursos. La barreja d’usos —habitatge, treball, oci i serveis— crea ecosistemes urbans més resilients, flexibles i autosuficients, capaços d’adaptar-se als canvis demogràfics, econòmics i ambientals.

A més, aquesta transformació té una dimensió social profunda: en reobrir edificis tancats i monofuncionals, es restitueixen connexions entre arquitectura i vida urbana, es reactiven espais de trobada i es genera una nova proximitat entre els usos quotidians. Projectes com ZIN in No(o)rd i OXY mostren que la sostenibilitat i la qualitat urbana poden confluir en una mateixa visió de ciutat equilibrada i habitable.

En definitiva, Brussel·les està construint el seu futur no a partir del creixement extensiu, sinó de la seva capacitat de regenerar-se des de dins. La ciutat esdevé un laboratori viu on circularitat, sostenibilitat i cohesió urbana convergeixen per donar lloc a una nova generació d’edificis que són, alhora, memòria i futur. Aquesta mirada no sols transforma els edificis, sinó també la manera d’entendre la ciutat com un organisme viu, capaç d’aprendre, adaptar-se i reinventar-se constantment.

Marina Berbel, arquitecta. Corresponsal del COAC a Brussel·les, Bèlgica. Novembre 2025

PDF version

Tornar

Nueva York Reinventa la Resiliencia: Cuando la Ciudad que Nunca Duerme Se Despierta hacia una Transición Ecosocial

Illustrative rendering © The New York Climate Exchange and Skidmore, Owings & Merrill.

Cómo NYC se está convirtiendo en el laboratorio urbano más ambicioso del planeta

Nueva York está viviendo una metamorfosis urbana sin precedentes, comparable sólo a la creación de sus icónicos parques del siglo XIX, como Central Park y Prospect Park. Con una inversión de más de 800 millones de dólares destinada a proyectos de resiliencia climática, la ciudad que definió el skyline del siglo XX se erige ahora como el manual de la resiliencia urbana del siglo XXI.

En el corazón de esta transformación destacaríamos el New York Climate Exchange, un campus universitario de 700 millones de dólares a Governors Island, diseñado por Skidmore, Owings & Merrill. Este “laboratorio viviente” es mucho más que un espacio educativo: es un experimento arquitectónico y ecológico. Sus edificios de madera, con paneles solares integrados, acogerán 6.000 estudiantes y generarán 7.000 lugares de trabajo verdes. Desde la restauración de escollos de ostras hasta la captura de CO₂, cada elemento refleja una filosofía de innovación sostenible aplicada a la arquitectura. Este proyecto está liderado por varias universidades, como la SUNY Stony Brook, con el apoyo y liderazgo del Pratt Institute, a través de iniciativas educativas transdisciplinares como la Earth Pratt Public Sphere, que se presentará a EINA Lab Collserola en el marco de la Capitalidad de la arquitectura de Barcelona al 2026 y por el Congreso de Arquitectura UIA. Este espíritu innovador es la marca de la nueva Nueva York: no solo adaptarse al cambio climático, sino liderarlo. Un ejemplo clave es lo East Side Coastal Resiliency Project (ESCR), con un presupuesto de 1.450 millones de dólares, que reforzará 2,4 millas de costa al Lower Manhattan elevando el East River Park entre 2,5 y 3 metros para proteger la ciudad de tormentas e inundaciones futuras. Inspirado en la propuesta “The BIG Uno” de Bjarke Ingels Group, este proyecto combina infraestructuras ante tormentas con espacios verdes, zonas de ocio y rutas ciclistas. Aun así, ha generado controversia por su impacto en la comunidad local, que lamenta la tala de más de 1.000 árboles y la destrucción temporal de un parque esencial para vecinos de bajos ingresos. Amb inspiració de les superilles a Barcelona, a lo largo de la Quinta Avenida, la iniciativa Future of Fifth Partnership, con un presupuesto de 152,7 millones de dólares, está transformando esta emblemática arteria en un corredor más verde y centrado en los peatones. Con aceras ampliadas un 46% y reducción de carriles de tráfico, el proyecto pone en valor la calidad de vida urbana en una ciudad donde cada metro cuadrado es un bien preciado.

La resiliencia urbana no sólo se manifiesta en Manhattan, sino sobre todo en los barrios más vulnerables. En Hunts Point, Bronx, el proyecto Harbor of the Future moderniza la infraestructura portuaria con una visión climática. En Brooklyn, el Climate Innovation Hub en el Brooklyn Army Terminal impulsa tecnologías limpias con una inversión de 100 millones. Y en Long Island City, el Community Land Trust defiende la vivienda asequible frente a la especulación inmobiliaria, mostrando cómo la arquitectura puede ser una herramienta de justicia social. El proyecto QueensLink  propone reutilizar la antigua línea de tren Rockaway Beach Branch para conectar el norte y el sur de Queens, creando 33 acres de espacio verde y beneficiando a más de 47.000 usuarios diarios, ejemplificando la reutilización y la conexión como claves de la resiliencia.

Este conjunto de proyectos demuestra que la resiliencia urbana no es sólo una cuestión técnica sino una filosofía que combina participación comunitaria, sostenibilidad y justicia social. Para los arquitectos, ésta es una oportunidad única para contribuir a repensar la ciudad y dar respuesta a los retos globales a través del diseño. Sin embargo, en medio de esta revolución verde y tecnológica, uno de los mayores y urgentes retos que afronta Nueva York es la crisis de la vivienda . La gentrificación, combinada con la migración interna desde los estados del sur y la llegada de migrantes internacionales, ha tensado un mercado ya saturado, provocando el aumento descontrolado de los precios y la expulsión de comunidades tradicionales. La construcción de pabellones temporales para alojar a migrantes en la isla de Randall es una solución insuficiente ya menudo criticada por sus condiciones. Iniciativas como la City of Yes en Midtown como última alternativa y visión del alcalde Eric Adams por la ciudad en la que busca revertir esta situación, apostando por la densificación sostenible, la conversión de oficinas en viviendas y la mejora del espacio público para equilibrar crecimiento económico y calidad de vida. Pero será necesaria una acción más decisiva e inclusiva.

Para los arquitectos, la crisis climática y la emergencia de vivienda representan hoy las grandes oportunidades y, al mismo tiempo, los mayores retos de Nueva York para iniciar una transición ecosocial, reinventándose como una ciudad resiliente. Pero sólo un diseño urbano valiente e integrador garantizará que esta transformación sea justa y duradera. Éste es el llamamiento para la próxima generación de profesionales: Crear una ciudad que no sólo sobreviva, sino que prospere, una ciudad formada por comunidades más justas, como las más de 150 que conforman Queens.

 

Rafael Balanzó, arquitecto. Corresponsal de Nueva York, EE.UU. Julio 2025

PDF version

Tornar

Nova York Reinventa la Resiliència: Quan la Ciutat que Mai No Dorm es Desperta cap una Transició Ecosocial

Illustrative rendering © The New York Climate Exchange and Skidmore, Owings & Merrill.

Com NYC s’està convertint en el laboratori urbà més ambiciós del planeta

Nova York està vivint una metamorfosi urbana sense precedents, comparable només a la creació dels seus icònics parcs del segle XIX, com Central Park i Prospect Park. Amb una inversió de més de 800 milions de dòlars destinada a projectes de resiliència climàtica, la ciutat que va definir l’skyline del segle XX ara s’erigeix com el manual de la resiliència urbana del segle XXI.

En el cor d’aquesta transformació destacaríem el New York Climate Exchange, un campus universitari de 700 milions de dòlars a Governors Island, dissenyat per Skidmore, Owings & Merrill. Aquest “laboratori vivent” és molt més que un espai educatiu: és un experiment arquitectònic i ecològic. Els seus edificis de fusta, amb panells solars integrats, acolliran 6.000 estudiants i generaran 7.000 llocs de feina verds. Des de la restauració d’esculls d’ostres fins a la captura de CO₂, cada element reflecteix una filosofia d’innovació sostenible aplicada a l’arquitectura.  Aquest projecte està liderat per diverses universitats, com la SUNY Stony Brook, amb el suport i lideratge del Pratt Institute, a través d’iniciatives educatives transdisciplinars com la Earth Pratt Public Sphere, que es presentarà a EINA Lab Collserola en el marc de la Capitalitat de la arquitectura de Barcelona al 2026 i per el Congres d’Arquitectura UIA. Aquest esperit innovador és la marca de la nova Nova York: no només adaptar-se al canvi climàtic, sinó liderar-lo. Un exemple clau és el East Side Coastal Resiliency Project (ESCR), amb un pressupost de 1.450 milions de dòlars, que reforçarà 2,4 milles de costa al Lower Manhattan elevant l’East River Park entre 2,5 i 3 metres per protegir la ciutat de tempestes i inundacions futures. Inspirat en la proposta “The BIG U” de Bjarke Ingels Group, aquest projecte combina infraestructures ant tempestes amb espais verds, zones de lleure i rutes ciclistes. Tot i això, ha generat controvèrsia pel seu impacte en la comunitat local, que lamenta la tala de més de 1.000 arbres i la destrucció temporal d’un parc essencial per a veïns de baixos ingressos. Amb inspiració de les superilles a Barcelona, al llarg de la Cinquena Avinguda, la iniciativa Future of Fifth Partnership, amb un pressupost de 152,7 milions de dòlars, està transformant aquesta emblemàtica artèria en un corredor més verd i centrat en els vianants. Amb voreres ampliades un 46% i reducció de carrils de trànsit, el projecte posa en valor la qualitat de vida urbana en una ciutat on cada metre quadrat és un bé preuat.

La resiliència urbana no només es manifesta a Manhattan, sinó sobretot als barris més vulnerables. A Hunts Point, Bronx, el projecte Harbor of the Future modernitza la infraestructura portuària amb una visió climàtica. A Brooklyn, el Climate Innovation Hub al Brooklyn Army Terminal impulsa tecnologies netes amb una inversió de 100 milions. I a Long Island City, el Community Land Trust defensa l’habitatge assequible enfront de l’especulació immobiliària, mostrant com l’arquitectura pot ser una eina de justícia social. El projecte QueensLink proposa reutilitzar l’antiga línia de tren Rockaway Beach Branch per connectar el nord i el sud de Queens, creant 33 acres d’espai verd i beneficiant més de 47.000 usuaris diaris, exemplificant la reutilització i la connexió com a claus de la resiliència.

Aquest conjunt de projectes demostra que la resiliència urbana no és només una qüestió tècnica, sinó una filosofia que combina participació comunitària, sostenibilitat i justícia social. Per als arquitectes, aquesta és una oportunitat única per contribuir a repensar la ciutat i donar resposta als reptes globals a través del disseny. Tanmateix, enmig d’aquesta revolució verda i tecnològica, un dels reptes més grans i urgents que afronta Nova York és la crisi d’habitatge. La gentrificació, combinada amb la migració interna des dels estats del sud i l’arribada de migrants internacionals, ha tensat un mercat ja saturat, provocant l’augment descontrolat dels preus i l’expulsió de comunitats tradicionals. La construcció de pavellons temporals per allotjar migrants a l’illa de Randall és una solució insuficient i sovint criticada per les seves condicions. Iniciatives com la City of Yes a Midtown com última alternativa i visió de l’alcalde Eric Adams per la ciutat on busca revertir aquesta situació, apostant per la densificació sostenible, la conversió d’oficines en habitatges i la millora de l’espai públic per equilibrar creixement econòmic i qualitat de vida. Però caldrà una acció més decisiva i inclusiva.

Per als arquitectes, la crisi climàtica i l’emergència d’habitatge representen avui les grans oportunitats i, alhora, els majors reptes de Nova York per iniciar una transició ecosocial, reinventant-se com una ciutat resilient. Però només un disseny urbà valent i integrador garantirà que aquesta transformació sigui justa i duradora. Aquesta és la crida per a la propera generació de professionals: Crear una ciutat que no només sobrevisqui, sinó que prosperi, una ciutat formada per comunitats més justes, com les més de 150 que conformen Queens. 

Rafael Balanzó, arquitecte. Corresponsal de Nova York, EUA. Juliol 2025

PDF version

Tornar

Pàgines